"El Dinamismo Misionero que inspira al agente de Pastoral Social, consiste en - Reavivar la conciencia del espíritu misionero a partir del encuentro personal y comunitario con Cristo que nos transforme en auténticos discípulos suyos, y nos envíe a los pobres y alejados promoviéndolos en su dignidad de hijos de Dios, para dinamizar nuestra misión evangelizadora"
domingo, 5 de septiembre de 2010
Cuidado de la creación y construcción de la paz
En la Doctrina Social de la Iglesia ha relacionado el tema del cuidado de la creación al tema de la construcción de la paz.
La salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí. (Benedicto XVI - MJMP No. 14)
El desarrollo es el nuevo nombre de la paz. (Pablo VI, Populorum progressio)
En este horizonte de promoción humana de todo el hombre y de todos los hombres y mujeres, se ubica el cuidado de la creación como nuevo areópago de la evangelización.
Juan Pablo II: Paz con Dios Creador, Paz con toda la creación. (MJMP 1990)
La paz del mundo está amenazada por la falta del debido respeto a la naturaleza, la explotación desordenada de sus recursos y el deterioro progresivo de la calidad de la vida.
Ante el extendido deterioro ambiental la humanidad se da cuenta de que no se puede seguir usando los bienes de la tierra como en el pasado.
No pocos valores éticos, de importancia fundamental para el desarrollo de una sociedad pacífica, tienen una relación directa con la cuestión ambiental.
Las razones de la producción prevalecen… y los intereses económicos se anteponen al bien de cada persona, o incluso al de poblaciones enteras… la contaminación o la destrucción del ambiente son fruto de una visión reductiva y antinatural, que configura a veces un verdadero y propio desprecio del hombre. (No. 7)
La crisis ecológica pone en evidencia la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad, que es esencial para la paz (No. 10)
No se logrará el justo equilibrio ecológico si no se afrontan directamente las formas estructurales de pobreza exisLa pobreza rural y la distribución de la tierra han llevado a una agricultura de mera subsistencia así como al empobrecimiento de los terrenos. Cuando la tierra ya no produce muchos campesinos se mudan a otras zonas —incrementando con frecuencia el proceso de deforestación incontrolada— o bien se establecen en centros urbanos que carecen de estructuras y servicios. (No. 11)
tentes en el mundo.
El desarrollo humano integral está estrechamente relacionado con los deberes que se derivan de la relación del hombre con el entorno natural, a los pobres y a las generaciones futuras.
¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas que se derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales?
¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados «prófugos ambientales», personas que deben abandonar el ambiente en que viven —y con frecuencia también sus bienes— a causa de su deterioro, para afrontar los peligros y las incógnitas de un desplazamiento forzado? ¿Cómo no reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros potenciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales?
Son cuestiones que tienen una repercusión profunda en el ejercicio de los derechos humanos como, por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y al desarrollo.
la crisis ecológica separándola de las cuestiones ligadas a ella, ya que está estrechamente vinculada al concepto mismo de desarrollo y a la visión del hombre y su relación con sus semejantes y la creación. Por tanto, resulta sensato hacer una revisión profunda y con visión de futuro del modelo de desarrollo.
Se puede comprobar fácilmente que el deterioro ambiental es frecuentemente el resultado de la falta de proyectos políticos de altas miras o de la búsqueda de intereses económicos miopes, que se transforman lamentablemente en una seria amenaza para la creación. Para contrarrestar este fenómeno, teniendo en cuenta que «toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral»
La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. La salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí.
Este modelo de economía ha propiciado el crecimiento económico de algunos sectores productivos en algunas regiones del país, también ha originado, en otras regiones, el deterioro de sectores vulnerables, que apenas han podido subsistir o que han sido excluidos de una economía moderna que no se interesa por aspectos fundamentales de la vida social y económica como son el derecho al trabajo, la conservación de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente. (No. 30)
Hace tiempo que la economía forma parte del conjunto de los ámbitos en que se manifiestan los efectos perniciosos del pecado y, sin duda, alguna estos se han manifestado en una concepción del desarrollo dinamizado por el «afán de ganancia exclusiva» y por la «sed de poder». Esta manera de entender el desarrollo, como una espiral sin fin, ha llevado a nuestro país y al mundo no sólo a un caos financiero sino a una verdadera crisis humanitaria: el empobrecimiento de multitudes, una cultura de consumo insaciable y una sociedad atomizada por el individualismo. (No. 42)
Es necesario considerar el significado y alcance del auténtico desarrollo (No. 178)
Hacer conciencia de la relación estrecha que existe entre el cuidado de la creación y la construcción de la paz. Consideramos oportuno difundir la reflexión que nos ofrece el Santo Padre en su mensaje para la jornada mundial de la paz de este año y desarrollar acciones significativas en este campo. (No. 218)
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