domingo, 26 de diciembre de 2010

2011
"Un nuevo y renovado esfuerzo"
Los invitamos a retomar con mayor entusiasmo y amor el trabajo de la Pastoral Social Parroquial



La Iglesia quiere y debe ser signo de la unidad profunda como Comunidad Fraterna. Pero para serlo de verdad, nuestras comunidades deben desarrollar su capacidad de amor y de servicio: “En esto reconocerán que son mis discípulos” (Jn 13,35).



El término “parroquia” (pará-oikìa) significa literalmente “casa cercana.” A través de la parroquia la Iglesia se hace próxima y cada cristiano se hace corresponsable con ella. Debe ser una comunidad que vive el amor y la caridad.

La misión de la parroquia es anunciar el único Evangelio y compartir la Eucaristía, en un territorio y en un momento histórico concreto, entre las ilusiones y problemas, los trabajos y esperanzas, los valores y las contradicciones de los miembros de una comunidad.


La acogida define de forma clara a la comunidad: la parroquia quiere ser casa común donde todas las personas puedan sentirse a gusto. Es “comunidad abierta” y refugio donde la gente se debe sentir escuchada sin prejuicios.

Para la comunidad parroquial, acoger con particular atención a los pobres no es una opción excluyente, ni el compromiso de unos pocos, sino expresión de fidelidad al proyecto de Dios y manifestación de coherencia entre la fe expresada y la vida practicada.

La Pastoral Social, no es una actividad parroquial más sino la expresión organizada de nuestra fidelidad al Evangelio que siempre ha de ser Buena Noticia para los pobres y los que sufren.

No es un grupo entre otros, ni una asociación, ni un movimiento sino un organismo pastoral cuyo fin es animar, coordinar y promover el testimonio comunitario de la caridad, acompañando a los pobres en el proceso de convertirse en sujetos de su propio desarrollo.

La Pastoral Social - Parroquial es “un corazón que ve” Ese corazón atento, descubre dónde se necesita amor y actúa..... a través de una adecuada organización.

Una Pastoral Social - Parroquial organizada de acuerdo a un modelo sencillo y claro, saca lo mejor de cada uno y articula las diversas cualidades en un trabajo que acompañe eficazmente a los procesos de crecimiento de la gente (Hch 1,6).

Pero la organización no es un fin en sí mismo. Nos organizamos para servir mejor, no para escondernos tras las mesas de los despachos. Una buena organización es importante pero no suficiente.............. La Pastoral Social - Parroquial necesita "espiritualidad en el trabajo, calor en la acogida, paciencia en la intervención y, en todo, sensibilidad evangélica, el espíritu de Jesús" Las personas que se acercan “necesitan atención cordial, atención que salga del corazón, para que el otro experimente el amor de Dios-Padre a través de nuestra acogida.

Como tarea podemos:


1.- Educar y animar el compromiso comunitario de la caridad y la justicia. Ello supone:


a) Dar pasos para que el compromiso caritativo y social sea un elemento central de la vida y experiencia de la comunidad progresando desde gestos ocasionales de solidaridad hasta una clara conciencia del valor evangelizador del servicio a los pobres.


b) Poner en marcha programas educativos para superar tanto la mentalidad asistencial como la tentación de delegar en otros y no preocuparse.

c) Informar permanentemente de los distintos proyectos y actividades a fin de asegurar la implicación de toda la comunidad en las iniciativas de la Pastoral Social.

d) Colaborar con las áreas de catequesis y liturgia en la elaboración de propuestas pastorales conjuntas.

2.- Conocer de primera mano las situaciones de pobreza en el territorio de la parroquia. Ello supone:

(a) escuchar a las personas afectadas a fin de entender mejor su problemática y necesidades; (b) analizar los diversos fenómenos de marginación y exclusión en el entorno, así como sus causas, identificando posibles actuaciones. (Analisis de la Realidad )

3.- Coordinar programas existentes o definir nuevas intervenciones o programas que respondan a alguna de las necesidades detectadas.

4.- Promover un voluntariado suficiente y adecuadamente formado para garantizar servicios bien pensados y de calidad.

5.- Mantener siempre una relación viva con la Pastoral Social Diocesana, cuidando la coordinación, particularmente en el área de formación, y abriéndonos por este medio a las necesidades más amplias de la Iglesia local y a un compromiso global contra la pobreza.

6.- Colaborar con otras organizaciones presentes en el territorio con programas similares a fin de incrementar la integración de la sociedad civil.

MUCHO ANIMO.....!!!

Con Jesús Todo Se Puede...!!!

Pastoral Social Diocesana.